Querida Isabel:
El valor de las
cosas no está en el tiempo que duran, sino en la intensidad con que
suceden. Por eso, existen momentos inolvidables, cosas inexplicables y
personas incomparables.
Hoy,
para nosotros, no es el mejor día. Gracias por ser aquella persona feliz, amable,
didáctica, divertida, entregada, comprensiva, y, sobre todo,
única. Nos has enseñado que lo importante es vivir el momento, reír, disfrutar y ser
críticos con lo que nos rodea e importa.
Es difícil aceptar una situación como
esta, tu partida de este mundo es muy dolorosa para todos los que
siempre tuvimos la suerte de compartir momentos junto a tí.
Gracias
por habernos acompañado hasta aquí. Hemos llegado juntos donde teníamos
que llegar, que no es el final, sino el principio. Ahora, sigue tú. Y
nosotros te decimos ahora: suerte, GRANDÍSIMA MAESTRA Y COMPAÑERA.
Siempre estarás en nuestros recuerdos.
D.E.P. Isabel.
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